En los últimos 10 años encontramos importantes evoluciones en el mercado de las automatizaciones. Si tomamos un automatismo y lo dividimos en dos, por un lado, su comando electrónico y por el otro lado su motorreductor, el mayor desarrollo se ha dado en el primer caso.
El uso de microprocesadores en las placas de comandos en lugar de elementos discreto s aporta mayor versatilidad , lo cual permite la posibilidad del manejo de las velocidades del motor y almacenamiento de datos en el caso del control remoto.
En relación a los motorreductores tal vez el uso de motores de 24 V sea un paso, aunque incipiente en nuestro país; ya que cuesta desplazar a los “nobles” motores 220 V fase partida ya que tienen la sencillez y confiabilidad de un motor trifásico.
En cuanto a desarrollo y diseño podemos decir que es en Italia donde más se invierte. País que supo tener casi 50 empresas fabricantes entre los años 70 y 80 y ahora bastantes menos ya que hubo muchas fusiones. Ahora bien, este desarrollo muchas veces no alcanza a nuestro mercado ya que la necesidad de consumo en Latinoamérica es bastante distinta a la europea, donde muchos desarrollos resultan superfluos o a lo sumo para un nicho de mercado como puede ser el caso de los equipos oleodinamicos donde el simple cambio de un Oring puede ser una reparación costosa, aunque en realidad no lo sea, por el solo hecho de ser algo poco común.
En Latinoamérica , muchas veces se asume prescindir de tecnologías de punta en pos de un abaratamiento de costos; llegando a veces a límites peligrosos desde el punto de vista técnico y comercial. Respecto al mercado argentino, a diferencia del brasileño donde existen empresas fabricantes que son las preferidas de los usuarios e instaladores ,aquí los fabricantes nacionales se mezclan con importadores de productos brasileños, chinos, italianos con electrónica nacional, otros que importan las carcazas y colocan engranajes aquí, equipos “italianos” saliendo de puertos chinos. Es decir tan heterogéneos que muchas veces no se sabe que se está comprando realmente.
El instalador debe conocer fehacientemente el origen de los productos, su composición interior (metal, plastico) y la posibilidad futura de reposición de partes. Esta información es conveniente que la difunda a sus clientes ya que el asesoramiento es la primera parte de un buen servicio.
Un tema a tener en cuenta que conspira con el desarrollo de los automatismos es el atraso en el desarrollo de las aberturas y su sector. Ni fabricantes, ni comerciantes del rubro siente al automatismo como un elemento fundamental y a futuro cercano indivisible del portón. A tal punto que los portones que mas se venden son los de abrir, por su economía, sin darle importancia a su imposibilidad de automatizar.
Muchas de estas cosas suceden por la falta de información al usuario final. Seria bueno considerar Internet como el medio ideal para la difusión a escala de estos temas a través de las páginas Web de los instaladores.
No obstante , el futuro del mercado de los automatismos es promisorio teniendo en cuenta el aumento en las construcciones nuevas y restauraciones o puestas en valor, el aumento del parque automotor, la incorporación de tecnologías en los hogares y el todavía bajo porcentaje de portones autom atizados en relación a los instalados.
Depende de nosotros, los actores de este rubro, generar condiciones más cercanas con los potenciales usuarios, que muchas veces aprecian las bondades de contar con una apertura automática pero no cuentan con la información adecuada a la hora de comprar la abertura. Estar en ese momento generaría un incremento importante en el negocio.
Por Carlos Laruccia, Director de NYKEN Argentina S.A.
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